jueves, 13 de marzo de 2008

En el faro

Predispuesto a todo llamo a la cordura,
esa que se cierra cuando no hay opciones,
no hay alternativas, ciegas convicciones,
y hace que mi mente juegue a la locura,
como un tornasol ahogado y luminoso
que se enciende cuando se abre todo,
como un instrumento, como una llave
que sirve tan solo en pocas cerraduras...

exhala mi cuerpo y lejos rompen las olas,
desde la torreta alumbra ese faro
que me mortifica cuando estoy lejano,
siento que me obsequia suspiros de gloria,
pero inalcanzables, como las palabras
que en mi mente flotan
sin un orden fijo, sin dejar constancia,
sin dejar oprobios, siluetas de arrogancia...

instantaneos quedan, como un flash lejano,
esos pensamientos cargados de luna
y que en despertares se esfuman en la nada,
en las calles o en la gente que hoy ya no está,
sin embargo creo que toda la cordura
viene en un conjunto de formas reales
esas que con fuerza logran que uno se alce
desde el averno hacia la eternidad.

1 comentario:

blackfacedoll dijo...

mezclar la realidad con el sueño vivible.

El humanista se sienta, piensa en un porqué el mundo es así. Que simpleza han de ser juntar palabras, ideas en fondo negro flotantes como es la mente y tu propio sueño vivible. Y son tan de cada uno...

Saludos :)