miércoles, 6 de mayo de 2009

Epifanía


Vaciando el gris color de las noches perdidas
donde me descubrì solo y decapitado
salieron mil nombres de todo un pasado,
salieron las alas de un ave prohibida
que no se silencia en medio de la nada,
que no se alimenta de quimeras sin vida
solo se construye entre sueños eternos
que nacen de tantos y tantos misterios
de un tiempo olvidado que lanza sus ecos,
reloj que destruye sus horas, sus dias
para reinventar un nuevo hemisferio,
parte de mi alma y parte de mi cuerpo.

Creer así que mil momentos son fugaces,
instantes diversos siempre inigualables,
nunca soy el mismo, siempre inexplicable
al salir al alba y renacer en tardes
esfumado, leve, pristino, alado,
que salta luego al fuego, al crepúsculo anhelado
y cae al fin al lago que encienden los cisnes,
donde se reintegra el sonido de mis manos
que mueven los hilos de esta marioneta
escribiendo historias, yendo hacia el planeta
donde mis estados pueden ser inversos
al ansia, al dogma, al error, a tu sombra...

puedo ser tu sombra,
puedo ser mil noches,
hoy seré el ámbar
que acaricia tu universo...