lunes, 15 de septiembre de 2008

Libélula



Un asustadizo insecto, tirita con sus alas, aleja su andar de las manos
que quieren apagar su instante,
efecto de la pérfida naturaleza, ávida del caos y de la mancha secular
que impregna verde un enorme espacio,
tragando luz, diluvio que explosiona del tesoro acuático de una imagen variada
que nace de un enjambre
y cae luego con sonido continuado y bronco su impásible hambre de flor,
color ámbar ensimismado.

Es tan breve el lapso de vida irrisoria, que ocultan tal magia de aromas perdidos
cuando descapullan,
tópico que acude al llamado de crisálidas, y envuelve la gema que no es captada
por el ojo humano,
sino cuando ya es concreta, mostrando colores iridiscentes, figuras, antenas,
ojos que alumbran;
y asi finalmente concretan su vuelo, especie de nave pequeña,
impasible (en aires de verano).

Convergen asi tantas especies que musitan entre el labrantío
pintado fuera de este muro,
y el ventanal abierto extiende su fauce para invitar a una libélula
que viene desde el río,
intranquila y luminosa muestra todo su esplendor
con matices de un azulino frío,
pero cálida también al llevar toda la seda que se impregna
en su pequeño y cristalino mundo.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Las etapas


El rostro de la prístina mañana se entremezcla con la cálida estación,
que arremete contra tantos pastizales, que se empeña en saturarme de sudor.

En esta imagen desperté hoy dia: con sabanas tan humedas de mi,
con calcetines de color ceniza y mi cabeza en el porvenir.

Diré que estoy tan lleno de misterios, pero no he visto ni mi absolucion,
la vida quiere hacerme un ser discreto en la tierra, en el cielo y el amor.

Tal vez los altos cumulos glaciares conozcan mi reciente inquietud.
las lides, grandes triunfos y desmanes, quizas haran que tenga yo virtud.

No quiero que en mis torpes actitudes desprecie el logro que han hecho de mi.
No se si quieras entenderme ahora, yo solo quiero navegar aqui.

Las nubes y las cosas subterraneas marcaron el trayecto de mis dias,
se fueron las etapas ya vacias, vaciaron mis palabras anheladas...

martes, 9 de septiembre de 2008

Mi paraíso terrenal



Quiero arrimarme a la lluviosa nube de la capital,
asirme de los arreboles
cuando el sol se comienza a mostrar,
bajar luego a la tierra húmeda y al pasto fresco,
cuando el cielo escampa en el agreste sitio
y el añil se muestra al igual que el deseo.

Hay un lugar, olíbano de flores perdidas,

coleopteros volando sobre rios,
sucedaneos de marcas prohibidas:
mi paraiso terrenal...

Las zonas nivales, por donde surcan las aguas fluviales,
muestran intensas la resurrección del sol,
y un condor plomizo toma mis manos lejos del valle
y sin querer aprendo el lenguaje del caló.


Hay un lugar, confín de nevadas glaciares,
oropel de parejas impares,
serenata nocturna magistral:

mi paraiso terrenal...

lunes, 8 de septiembre de 2008

Tanto queda en el aire (fragmento)


Las noches son extrañas, lo sabemos,
y siempre alguien está tramando instantes
en nuestras vidas,

entregando sensaciones fluviales,
directas, inversas, interesantes,

eso es lo que atrae a muchos seres,
que como las gotas de agua
se interceptan en paralelismos,
y luego,

chocan en la inmensidad profunda,
en halos fugaces,

uniendo sistemas en equilibrios constantes,
que por segundos se mantienen y luego la discordancia,
la separación de los cuerpos, el rumbo propio,
el individuo y la esencia,

la energia ocupada, la desnivelación emocional,
el quiebre abrupto de las sensaciones mutuas...
Tanto queda en el aire...

domingo, 7 de septiembre de 2008

Iridiscente


Se acabó la noche,
todos los astros ya calleron lejos,
el mar estalla en resonancias armónicas como un eco,
ensordeciendo al más lejano con sus manos eternas,
con su ritmo inconstante, sin silencios.

Así, envuelto en esa brisa salada,
crispa el pelo la estación de estío,
trae luego la fragancia pura
y enciende en trinos nuevos desenfrenos.

Es el viento del sur en su atávico estertor,
como un fuego de luz que atrapa los anhelos
y esquiva como un ciego el miedo y el temor
tomando toda el ansia que amanece en mi interior.