sábado, 18 de junio de 2011

En la ventisca, tu silueta


Guardé cada palabra tuya en un sobre blanco
con fotos nuestras (y retazos),
antes estaban esparcidas como hojas de otoño
en un cuadro oxidado.
Son ahora un mosaico de luces
que vuelven a darme el aroma de tus manos,
cuando en un tiempo lejano
plasmaste con ansias este amor incendiario.

A veces las leo, de noche, cuando palpita, en silencio,
el lucero más brillante que descubriste esa vez
cuando la distancia nos mantuvo inconstantes,
así rememoro los instantes, así dibujo tu silueta
que es la ventisca que entrega la cola
de este infinito cometa...

Es ahora la fiesta de tu pelo
y es también el suceso más eterno,
donde lo más recóndito de mi alma
dibuja en tu sonrisa nuestros anhelos.

sábado, 11 de junio de 2011

El mensaje del viento


El monte se fundió con un color rojo dorado
mientras descendía el sol desde el horizonte,
ensimismados, entre los árboles mirábamos retazos
que provenían de la luz que iba cayendo en la tarde.

Nuestras pupilas eran fuego empecinadas en el viento
que era un fantasma dibujando los aromas del silencio,
ya no había interrogante ni preguntas sin respuesta,
todo era ya resuelto por la gran naturaleza
que palpita como un alma, que no muestra su espada,
sólo entrega, sólo fluye, sólo da a a cambio de nada.

Quizás en un día lejano presenciemos su lenguaje,
entendamos el mensaje para así ver el mañana,
y en la noche sin los parias derribemos esos muros
que nos venden la utopía del presente y el futuro.