viernes, 22 de octubre de 2010

Estepario

Me alejé de todo, sin remordimiento,
tan desarraigado, un budista hambriento
que busca en la nada lo que lleva el viento,
un lobo estepario en medio del cemento.

Algo me ha llamado a escapar del tiempo,
algo que he perdido y he ganado en el intento.
La razón más pura es creer en el sustento
de todos esos ángeles que miran en secreto.

Seré de la edad media? quizas un bizantino
que vino con el trino del fuego de una estrella?
No extraño ya mi casa, mi hogar es el silencio,
los perros reconocen la voz de mis ancestros.

Quizás ya mutilados estén mis atavismos,

me cubro de amapolas para estar en sigilo.
Por eso soy ladrón de todo lo divino
y la bestia más infame descubre mis caprichos.

Cada uno en su trinchera busca el sitio
donde refugiarse de este nuevo mundo,
yo no soy quien para destruir el vicio
de esta cruel codicia y la sed del lucro.

El alma es asesina cuando buscas el filo
de tantas oraciones en forma de cuchillos.
No esperes sensatez de un hombre que no ve,
a nadie le falta dios, por eso puedo creer.

5 comentarios:

silvia zappia dijo...

si el lobo
se cubre de
amapolas/
si usa
versos
como cuchillas/
si cree porque
no cree/
entonces/
es poeta*

Anónimo dijo...

Eres un hombre maravilloso :) te amo

Ricardo Rivera Vasallo dijo...

Podemos creer en la luz del viento y en un asesino de ozono y en lobos hambrientos, y en brujos y en barcos medievales; podemos creer. Somos habitantes solitarios en una multitud exasperada, somos individuos (un individuo) dormido, que espera la respuesta en los libros, en los lirios, en los labios ―un monje de terciopelo me esperará hasta la muerte?―, soy yo, despierto.

Kike de la Rubia dijo...

Por favor, si vas a utilizar una imagen que no es tuya, al menos ten la deferencia de citar al autor (en este caso yo) en el pie de imagen. Sería muy amable por tu parte solucionarlo cuanto antes. Muchas gracias.

sebastian amaru dijo...

okey, ningún problema