martes, 19 de abril de 2011

Lluvia


La lluvia ha dejado estelas que caminan por las calles
donde todo se refleja en llamarada fulgurante
y el olor a tierra mojada nace con cierta fragancia
que inspira a la estación y colorea su prestancia.

Es tan vital la nube en instantes como esos,
su finalidad se expresa como un rabioso beso
que se junta con la biosfera y mantiene el equilibrio
en constante equidad y en un silencioso brío.

Portentoso ha de ser entonces el cielo grisáceo,
majestuoso en cada imagen cuando un rayo se estrepita
fuertemente, tan febril, como hostil y hermosa chispa
que se muestra en magnetismo junto al son de su trino.

Ciertamente, en alabanzas, esperamos un encuentro
con la lluvia, con el rayo, con el trueno y sus azañas
para que la tierra fertil nos entregue su labranza
y en compás con la foresta divisemos nueva savia.

2 comentarios:

Venta de Ropa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
silvia zappia dijo...

llueve
la lluvia
su tarde
amarilla


besos*