
Sobre toda esta ciudad llena de almas intranquilas
se ve brillar tu sombra que divaga clandestina,
por las calles de la nada y antes de que llegue el alba
repentina te vislumbras en ocultas estructuras,
entre torres de concreto, grises bestias de cemento
corroídas por el tiempo...
Allí te fundes, etrusca mantarraya nocturna,
camuflada, pintoresca llama,
que no es horda ni gentío,
sólo es bruma, poesía
que con tanta alevosía
se entretiene
con la
noche.