
Tienes ese mar incontrolable en tus manos,
cuando el cielo está mostrando sus truenos
y el aire se encabrita jugando con tu pelo.
La noche es una estela de estrellas y de azules,
y yo te descubro, eres parte de esta naturaleza,
inmersa en este clima deseado, proyectas con tus brazos
figuras que no puedo precisar y en sincronía
dibujas en mi boca tu lenguaje.
La constelación nos mira,
ves que somos infimos
y grandes a la vez,
nada es más real
que todo este universo
que es tuyo y de tu mar.